DAR DE COMER AL HAMBRIENTO

«Tuve hambre y me disteis de comer» (Mt. 25, 35). Así nosotros, siguiendo viviendo el Evangelio, encontramos a Cristo en los pobres y procuramos darles de comer, sentarnos con ellos a la mesa y que nuestros hombros, sean descanso de los suyos.

DAR DE BEBER AL SEDIENTO

Así también, haciendo vida las bienaventuranzas, encontramos a Cristo también los que tienen sed. Los cambios de temperatura y vivir al raso, son los principales detontantes de esta situación, en ocasiones infrahumana.

VESTIR AL DESNUDO

La calle y el frío, son las principales barreras a las que tienen que hacer frente nuestros hermanos más pobres. Procuramos proveerles de mudas, ropa de abrigo y calzado, con el que poder combatir las dificultades de vivir al raso.

VISITAR A LOS ENFERMOS

Es también una obra de misericordia, visitar a las personas enfermas y mayores en sus hogares, residencias y hospitales, donde a menudo acudimos, darles acompañamiento consuelo, en los momentos mayor dolor y dificultad.

VISITAR A LOS PRESOS

Estar con los encarcelados, forma parte de nuestros objetivos. Con regularidad, acudimos a la prisión, para ser instrumentos de Cristo y así poder consolar al triste y oprimido y brindarle nuestro apoyo y oración.

HOSPEDAR AL FORASTERO

Cada vez son más las personas que vienen de lejos, buscando una vida mejor pero, les cuesta conseguirlo. Desde nuestra asociación, procuramos buscar albergues y refugios, especialmente a familias con menores, enfermos crónicos y ancianos en situación de sinhogarismo.

ENTERRAR A LOS DIFUNTOS

En los últimos años, han sido varios los entierros de personas sin hogar, a los que hemos asistido; también hemos acompañado a sus familias, celebrando las exequias y misas funerales en sufragio de sus difuntos.