A todos los socios y voluntarios de la Asociación Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia, a los devotos de esta espiritualidad, a los medios de comunicación social y a toda persona de buena voluntad que lea esta nota de prensa.

PEDRO MIRET GINER, Sacerdote y presidente del Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia, al cumplirse diez años de la erección canónica de nuestra asociación:

Valencia, a 22 de julio de 2025

Fiesta de Sta. María Magdalena

Muy queridos hermanos y hermanas en el Señor,

Al cumplirse diez años de la creación del Apostolado de la Divina Misericordia en la archidiócesis de Valencia, quiero dar gracias a Dios con vosotros por todos los acontecimientos que hemos vivido a la luz de la Misericordia Divina. Con la oración y el trabajo de todos, hemos hecho realidad esta gran obra querida por Dios.

En el diario de Santa Faustina Kowalska encontramos: «escribe, habla a las almas de esta gran misericordia mía» (Diario 965); «hija Mía, no dejes de proclamar Mi misericordia» (Diario 1521); «hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible Misericordia Mía» (Diario 699); «todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos» (Diario 848). Así lo hemos hecho, hemos querido entrar a formar parte de los apóstoles de la Divina Misericordia que hablan y proclaman por todo el orbe, la infinita Misericordia que procede de Dios. Con pequeñas obras, hemos anunciado el Amor Misericordioso que procede del Padre, difundiendo la espiritualidad en nuestro territorio diocesano y promoviendo las obras de misericordia corporales y espirituales, como medio de propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.

Por la dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, representada en el derramamiento de sangre y agua que brotaron de su costado abierto para la salvación de las almas; conscientes de la Resurrección Gloriosa del Hijo Unigénito de Dios, hemos implorado para todos, la más grande de las Misericordias, la Divina.

Como el alfarero que modela con sus manos, hemos querido utilizar las nuestras como medio para ser portadores de la Misericordia; Jesús se ha servido de nuestras manos para anunciar la buena noticia del Evangelio, dando de comer al hambriento, de beber al sediento, vistiendo al desnudo, visitando al preso y al enfermo, hospedando al peregrino y dando cristiana sepultura a los difuntos. A lo largo de estos diez años, miles de personas sin hogar han recibido alimentos, productos de higiene, atención humana y escucha. Nuestras salidas nocturnas, se han convertido en símbolo de una Iglesia viva, iluminada por la llama del Espíritu que nunca se apaga.

Hemos sufrido momentos de dolor y tristeza por la muerte de hermanos en situación de sinhogarismo, por las vicisitudes propias de la vida, por la crudeza de vivir al raso de la noche; pero hemos aprendido que dando la vida por Cristo sosteniendo al hermano, lo podemos todo.

Doy gracias a Dios, por permitirme acompañar como presidente los pasos de esta asociación durante diez años, a la espera y disposición de poder seguir haciéndolo el tiempo que el Señor y la Iglesia me permitan, para gloria de su Santo Nombre y bien de las almas.

No os olvidéis de rezar con nosotros y por nosotros. ¡Jesús, en Tí confío!

Recibid atentamente mi saludo y mi bendición

Pedro Miret Giner, sacerdote

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