Domingo, 16 de abril de 2023

Solemne fiesta de la Divina Misericordia

"Nuestra parroquia, santuario de peregrinos"


Una vez más, la Divina Misericordia, convierte nuestra parroquia en un santuario de peregrinos que quieren encontrarse con Cristo. Por sexto año consecutivo, el templo parroquial de San Francisco de Borja, sede de nuestra Asociación Apostolado de la Divina Misericordia de la Archidiócesis de Valencia, acoge la celebración de la solemne fiesta de la Divina Misericordia, que se celebra, por expreso deseo de Nuestro Señor Jesucristo, el Segundo Domingo de Pascua.

Fieles de diversas nacionalidades, venidos de distintos lugares de nuestra diócesis, (Picassent, Torrent, la Pobla de Vallbona, Alaquàs, Gandía, Chiva y algunas parroquias de la Capital del Turia, entre otros), han querido participar en la solemne eucaristía, presidida por nuestro párroco, Don Pedro Miret Giner, presidente de la asociación. En su homilía, Don Pedro, ha querido enlazar el texto evangélico proclamado durante la celebración, con el mensaje de amor y misericordia que contiene el Diario Espiritual de Santa Faustina Kowalska, citando algunos números concretos, en los que el Señor, le revela a la santa, que tenemos que ser reflejo de la Misericordia Divina en el mundo, especialmente con los pobres, afligidos y necesitados.

Por decreto de la Penitenciaría Apostólica, con fecha 29 de junio de 2002, se ha concedido indulgencia plenaria "a todas aquellas personas que han participado, con las condiciones habituales de confesión sacramental y comunión eucarística, con corazón contrito en los actos de piedad celebrados hoy, en honor a la Divina Misericordia".

Desde las 9:00h., justo después de la apertura del templo, nuestros sacerdotes, ininterrumpidamente han estado confesando a los fieles que hoy, exhortados por el deseo de Nuestro Señor Jesucristo han venido a acercarse al Trono de la Gracia y seguidamente participar en celebración eucarística. 

Tras la bendición, los fieles presentes han tenido ocasión de venerar las reliquias "ex ossibus" de Santa Faustina Kowalska y el Beato Miguel Sopocko, así como la reliquia "ex sanguine" de San Juan Pablo II.

Agradecidos a Dios por tantos dones y gracias espirituales derramadas en nuestra parroquia, imploramos la intercesión de los santos apóstoles de la misericordia, para seguir creciendo en el amor, especialmente hacia los pobres, desamparados, enfermos y marginados de la sociedad.

Gracias Señor por permitirnos vivir un año más, la fiesta en honor a tu Divina Misericordia. ¡Jesús, en Ti confío!