Sábado, 15 de noviembre de 2025
«Tú, Señor, eres mi esperanza»
Celebración de la IX Jornada Mundial de los Pobres
Sábado, 15 de noviembre de 2025
«Tú, Señor, eres mi esperanza»
Celebración de la IX Jornada Mundial de los Pobres
«Tú, Señor, eres mi esperanza» (Sal 71, 5), con estas palabras del salmo 71, comienza la celebración de la IX Jornada Mundial de los Pobres, convocada por S.S. el Papa León XIV, una jornada que nos reaviva el deseo de seguir creciendo en la fe, en la caridad y en la esperanza, de la mano de Jesús de Nazaret, que nos llama a servirle en los hermanos más pobres y necesitados.
Como asociación católica, misionera y apóstol de la Divina Misericordia, estamos llamados a vivir lo que profesamos, a ejercer la Misericordia en todas sus dimensiones, ofreciendo signos visibles de esperanza y acompañando desde la fraternidad y la oración. Un acompañamiento que se hace realidad cada semana, en el ejercicio de nuestro apostolado a pie de calle, sabiendo que, la caridad además de una virtud teologal, «representa el mayor mandamiento social» y así nos lo recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica. Por eso, asumimos la responsabilidad que el Señor nos confía, para ejercer la Misericordia con sumo cuidado, desde la sencillez y a la luz del Evangelio, tomando de la mano al hermano que sufre, atendiendo sus necesidades materiales o espirituales y acompañándolo en el dolor o el sufrimiento y también, en el crecimiento y en su reinserción. La calle, no es una residencia definitiva, después de diez años, hemos conocido decenas de casos particulares de personas que, aún habiéndolo perdido todo, han vuelto a recuperar una vida digna, un hogar, un trabajo y una familia.
La celebración de la novena Jornada Mundial de los Pobres, tiene lugar en el marco del décimo aniversario de nuestra fundación; un acontecimiento que está dando grandes frutos en el ejercicio de nuestro apostolado. Desde el año 2017, en comunión con toda la Iglesia universal, no hemos dejado de unirnos a la celebración de esta jornada, que tuvo lugar por vez primera, el 19 de noviembre de aquel año, bajo el lema «No amemos de palabra sino con obras» (1 Jn 3,18).
El Papa León XIV, nos recuerda en su mensaje para esta jornada, que «los pobres no son una distracción para la Iglesia, sino los hermanos y hermanas más amados». Así, reconociendo en ellos nuestra misión de anunciar y celebrar la Buena Noticia del Evangelio, queremos renovar nuestro compromiso con Dios, de seguir amando a cada hermano que sufre.
Pedimos la intercesión de la Santísima Virgen María, Consoladora de los Afligidos y la de los santos apóstoles de la Divina Misericordia San Juan Pablo II y Santa Faustina Kowalska, en favor nuestra misión apostólica, socio-caritativa y misionera. Feliz Jornada Mundial de los Pobres para todos.