Martes, 2 de septiembre de 2025
Celebración de la Misa exequial por el eterno descanso de nuestro hermano Robert Apagya
A quien nuestra asociación ayudaba hasta el día de su repentino fallecimiento
Martes, 2 de septiembre de 2025
Celebración de la Misa exequial por el eterno descanso de nuestro hermano Robert Apagya
A quien nuestra asociación ayudaba hasta el día de su repentino fallecimiento
Después de diecisiete semanas, hemos podido dar hoy cristiana sepultura a nuestro hermano Robert Apagya, fallecido el pasado 6 de mayo, a los 50 años de edad, en el mismo asentamiento donde se produjeron dos muertes en 2022 y una en 2024.
Después de 120 días de trámites, hemos podido celebrar la Misa exequial por el eterno descanso de Robert, acompañados por sus amigos, muchos de ellos oriundos de su mismo país y que se encuentran en su misma situación, viviendo sin hogar, venciendo las dificultades propias de la noche: el frío, el miedo, el vandalismo, la suciedad y las hostilidades propias de dormir al raso.
Nuestra Asociación Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia, ha llevado a término una de las siete Obras de Misericordia corporales: "Dar sepultura a los difuntos". La Iglesia, movida por la caridad cristiana y por la creencia en la dignidad del cuerpo como “templo del Espíritu Santo” (1 Cor 6,19), se ha ocupado desde los primeros siglos, de dar sepultura a los difuntos, especialmente a los más pobres.
Como asociación católica, junto a los allegados de Robert, hemos celebrado primero la Eucaristía por su eterno descanso en la Capilla del Cementerio General de Valencia y seguidamente, hemos dado sepultura a su cadáver, cumpliendo con nuestro deber cristiano.
La celebración de la Santa Misa, ha sido presidida por nuestro presidente, Rvdo. Sr. D. Pedro Miret Giner, que ha agradecido a todos su presencia y oración, en un momento tan difícil para los que hemos conocido y acompañado a Robert. Nosotros por nuestra parte le veníamos atendiendo humana y espiritualmente todas las semanas, desde el año 2018; le proveíamos de alimentos, mantas, ropa de abrigo, medicación, calzado y productos de higiene. En más de una ocasión le hemos acompañado a los servicios sanitarios de urgencia y le hemos procurado alojamiento temporal en los momentos en que, por causa de su enfermedad, ha precisado de cuidados especiales.
A la espera la Resurrección, descanse en paz. Amén.